Reflexión

He de decir que uno de mis vicios es el cine. Mis gustos de cine son bastante sencillos la verdad: veo casi todo lo que me pongan (la excepción son las pelis españolas y el cine de terror que me aburre). En fin, de todas las películas que veo, siempre trato de entresacar alguna frase así como trascendente. Y ahora viene el centro de mi actualización. De mi peli favorita, Gladiator, película para la que no tengo palabras capaces de describirla, sin duda, la frase que más marcado me dejó fue aquella de "lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad".

De esta frase, saco un montón de conclusiones y significados, y lo más fuerte de todo, es que siempre que veo la peli, saco algo nuevo. Bueno, para comenzar, lo obvio: ¿qué significa? Pues bien, el sentido que en seguida se viene a la cabeza es que todo lo que hacemos en la vida es importante y trascendente. No hay duda de que todos nuestros actos tienen unas implicaciones y unos efectos de los que somos completamente responsables. Pero claro, aquí aparece un nuevo tema que es importante tratar. ¿Qué tipo de actos son los buenos y cuáles los malos?

Algunos dirían que los actos buenos son aquellos que están destinados a un buen fin, otros que los actos buenos son los que contribuyen a la propia felicidad, otros (los más pesimistas) los que producen menos mal. Para mi un acto bueno, no se piensa, es decir, yo no puedo decir "voy a hacer un acto bueno" o "es la hora de la buena acción diaria". un acto bueno, simplemente se sabe que lo es. Cuando ayudas a una anciana a cruzar la calle, donas sangre, recoges la casa, hablas con amigo que está triste,... lo sabes, estás obrando correctamente. Pero no me quedo ahí. Como dice esa frasecilla, si lo que hacemos es para recordar, pienso que siempre debemos obrar de manera que todos nuestros actos nos remitan a sentimientos buenos, y son esas acciones (salvo raras excepciones) las que nos conducen a la felicidad y las que siempre se recordarán.

CONCLUSIÓN: Siempre se debe obrar de manera que, cuando llegue nuestro final, nos podamos enorgullecer de nuestra vida. Es inevitable cometer actos malos o impuros, pero debemos tratar de buscar el polo opuesto, el polo de las buenas acciones.