Por fin!!!!
Sé positivamente que suena a escusa barata, pero es totalmente cierto: el blog no me funcionaba. Entre eso y que no encuentro 10 minutos para mí... no he podido actualizar...
En fin, tengo que contar una experiencia increíble que viví el viernes. Cuando se habla del amor, hay que ver los tipos que puedes encontrarte: amor de pareja, amor de amigos, amor de madre a hijo, amor entre hermanos,... Bien, mi experiencia fue sobre esta última clase. El viernes, como siempre, salí de clase a las 12:10 y me fui a comer con mis abuelos. Como todos los viernes, ellos habían ido a informática y (como tengo tan mala suerte XD) no habían vuelto aún. Así que se me ocurrió hacer una cosa: llamar al cura de jóvenes de mi parroquia. Éste se encontraba haciendo la ronda (es decir, había ido a dar la comunión a los enfermos). Le quedaban aún tres casas cuando me dijo, acompáñame. Y eso hice. Vimos primero a una señora que la pobre estaba muy débil, después fuimos a otra casa y la señora de allí estaba mucho mejor, pero aún así se veían ya los signos claros de una persona muy mayor (se repite, le cuesta hablar rápido, aspecto frágil, muchas arrugas, pero unos ojos muy alegres al ver a carne joven visitándolas). Nada, en apenas 30 minutos ya nos quedaba una casa. Y la señora que vive allí solo la puedo definir como increíble.
Esta señora, Esperanza, tiene 100 años. Un siglo de vida en el que ha estado en guerras, la posguerra, había perdido abuelos, padres y hermanos. De sus hermanos, solo quedan ella y su hermana menor, la cual está muy enferma. Esperanza, con la edad que tiene, y, hablando rápido, lo mayor que está... solo tenía una preocupación: su hermana. No hacía más que pedir oración al cura por su hermana. Estaba a punto de llorar. Y no sé qué me impulsó a hacer lo que hice, pero en un momento en el que la vi con la lagrima a punto de salir, la cogí de la mano y le dije que rezaría por su hermana. En ese instante, Esperanza cambió totalmente de cara y con una ilusión enorme comenzó a besarme las manos y a deshacerse en agradecimientos. Me impresionó que a mí, un chico al que no conocía, me besara las manos. Fue una impresión tremenda... quedé superimpactado.... no sabía que hacer... había hecho a aquella señora feliz con apenas unas palabras y ahora me besaba las manos como si fuera un obispo o un rey. A pesar de estar ella muy mayor, lo único importante para ella es que su familia esté bien. Increíble, el amor y devoción que tiene hacia su hermana y la implacable fe que tiene en Dios.
A todos los que me seguís y sois creyentes os pido que recéis conmigo por Esperanza y su hermana, para que Dios les de salud a las dos. A los que no sois tanto, espero que esto os haya servido como ejemplo de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario